La planificación urbana es responsabilidad de todos. Cada uno tiene un papel clave en configurar el futuro de nuestras ciudades. Trabajar juntos en un urbanismo responsable nos permitirá construir entornos habitables, inclusivos y sostenibles para las generaciones actuales y futuras. ¡Cada aporte cuenta para crear un futuro urbano más brillante!
En nuestra primera publicación, exploramos como eliminar la doble rampa nos brindaba aceras más continuas para caminar y, al mismo tiempo, genera un mayor espacio para el estacionamiento en paralelo.
Tras eliminar la doble rampa, nos seguimos enfrentando a otro desafío: el espacio público se mantiene reducido a tan solo 1.50 metros. Este problema resulta en aceras estrechas e inseguridad para el peatón, lo que limita su visibilidad y comodidad al caminar. Además, el retiro al lindero, que debería proporcionarse para la ampliación de acera, a menudo se utiliza para crear parqueos techados, terrazas y otros elementos limitados por muros perimetrales, lo que disminuye aún más la posibilidad de tener espacio público. Si consideráramos respetar un retiro de al menos 4 metros como se establece para el Polígono Central, tendríamos aceras más amplias, un mayor alcance visual y una sensación de seguridad colectiva. Esto generaría más espacio público, mayor amplitud urbana y dinamismo en los diferentes sectores.